No llames impuro a ningĂșn hombre
En Hechos 10:28, Pedro declara, «SabĂ©is que estĂĄ prohibido que un judĂo se relacione o visite a un extranjero, pero Dios me ha mostrado que no debo llamar impuro o inmundo a ninguna persona». Este momento -en el que Dios destroza las ideas preconcebidas de Pedro mediante la visiĂłn de una sĂĄbana que desciende del cielo- cambiĂł la trayectoria del Evangelio. Es un poderoso recordatorio para nosotros hoy: no podemos decidir quiĂ©n es digno de la gracia de Dios. Llevo mĂĄs de una dĂ©cada caminando junto a los hombres a travĂ©s de FivestarMan.com y escrito libros como FivestarMan, Principio del CenturiĂłn, Reza como un Hijo, Abandona la Cueva y una docena mĂĄs. He visto cĂłmo prejuzgar a los demĂĄs puede sabotear nuestra misiĂłn. He aquĂ cinco razones por las que debemos dejar de etiquetar a los hombres como «impuros» y empezar a compartir el Evangelio con cada uno de ellos, sin excepciones.
1. No llames impuro a nadie porque la gracia de Dios no discrimina
La visiĂłn de Pedro en Hechos 10 no se referĂa sĂłlo a la comida, sino tambiĂ©n a las personas. Dios le dijo, «Lo que Dios ha hecho limpio, no lo llames impuro» (Hch 10,15). He conocido a hombres -adictos, adĂșlteros, escĂ©pticos- que parecĂan alejados de Dios. Pero tambiĂ©n los he visto transformarse cuando alguien se atreviĂł a compartir el Evangelio sin juzgarlos. En mi propia vida, abandonado por mi padre a los cinco años y luchando contra una crisis de identidad, podrĂan haberme descartado. Dios no me considerĂł impuro: vio potencial. El Evangelio no es nuestro para guardarlo; es de Dios para darlo, y Ăl lo ofrece a todos los hombres, sin importar su pasado.
2. No llames impuro a ningĂșn hombre, porque prejuzgar nos ciega el propĂłsito
Cuando ponemos etiquetas como «indigno» o «desesperado» a un hombre, nos perdemos el propĂłsito que Dios ha plantado en Ă©l. En Abandona la cuevahablo de las cinco pasiones del ser humano bĂblico/autĂ©ntico: aventurero, emprendedor, galante, fiel y filantrĂłpico. Todo hombre las lleva consigo, aunque estĂ©n enterradas bajo el pecado o la lucha. He sido mentor de hombres que parecĂan causas perdidas -un piloto atrapado en un trabajo sin futuro, un pastor que dudaba de su vocaciĂłn-, sĂłlo para verlos dar un paso hacia la grandeza una vez que escucharon la verdad de Dios. Juzgarlos por su superficie nos impide sacar al campeĂłn que llevan dentro.
3. No llames impuro a nadie porque el Evangelio es para los marginados
Los hombres poderosos de David no eran santos pulidos: eran angustiados, endeudados y descontentos (1 Samuel 22:2). JesĂșs mismo buscĂł a recaudadores de impuestos, pescadores y pecadores. En Hechos 10, Cornelio, un gentil forastero, se convierte en un recipiente para la gloria de Dios. He visto esto en tiempo real: hombres que he conocido en prisiones, bares y salas de juntas, descartados por la sociedad, que se encienden con un propĂłsito cuando se encuentran con Cristo. Si prejuzgamos quiĂ©n estĂĄ lo suficientemente «limpio» para el Evangelio, no sĂłlo los rechazamos, sino que rechazamos el modelo de Dios de redimir a los improbables.
4. No llames impuro a nadie porque nuestros prejuicios bloquean la obra de Dios
La reticencia de Pedro a visitar a Cornelio se debĂa a sus prejuicios culturales: los judĂos no se mezclaban con los gentiles. Dios tuvo que sacudĂrselo. Me he sorprendido a mĂ mismo haciendo lo mismo: suponer que un hombre es demasiado rudo, demasiado secular, demasiado roto para escuchar el Evangelio. Pero cada vez que he dejado eso a un lado y he compartido de todos modos, he visto cĂłmo se movĂa el EspĂritu Santo. En Brasil, estamos llegando a mĂĄs de 100.000 hombres con FivestarMan.com, muchos de los cuales proceden de entornos que yo podrĂa haber pasado por alto. Cuando decidimos quiĂ©n es «impuro», no protegemos el Evangelio, sino que limitamos el poder de Dios para salvar.
5. No llames impuro a ningĂșn hombre porque todo hombre merece una oportunidad de resurgir
La sĂĄbana del cielo no sĂłlo bajĂł a los animales: bajĂł la esperanza de toda la humanidad. Hechos 10:34-35 dice, «Dios no muestra favoritismos, sino que en toda naciĂłn cualquiera que le tema y haga lo que es justo le es aceptable». Pienso en los hombres a los que he entrenado: un adicto a la pornografĂa que restaurĂł su matrimonio, un hombre de negocios que pasĂł de esclavo asalariado a lĂder de la industria. No necesitaban mi juicio; necesitaban la verdad de Dios. No llamar impuro a ningĂșn hombre significa creer que todo hombre tiene la oportunidad de convertirse en un poderoso hombre de Dios. Nuestro trabajo no es filtrar, sino invitar.
Da el paso: Acepta el reto de los 45 dĂas
Hombres, si estĂĄis leyendo esto, sabedlo: Dios no os llama impuros, y yo tampoco. EstĂĄis hechos para un propĂłsito, y quiero ayudaros a encontrarlo. Ănete a mĂ en FivestarMan.com para el Reto de los 45 DĂas-un viaje de 45 dĂas para despertar las pasiones que Dios te ha dado y dar un paso hacia la hombrĂa BĂblica/AutĂ©ntica. No importa dĂłnde hayas estado o lo que hayas hecho, el Evangelio es para ti. InscrĂbete hoy en FivestarMan.com y dejemos atrĂĄs las etiquetas: ÂĄjuntos, responderemos a la llamada!
Neil Kennedy es el fundador de FivestarMan, un movimiento dedicado a despertar el espĂritu emprendedor de los hombres y a levantar un movimiento de hombres que persigan la HombrĂa BĂblica/AutĂ©ntica.